~ Dong Ho ~

Una persona totalmente callada y silenciosa, reservada, que se guarda sus comentarios y solamente habla cuando realmente cree que tiene algo importante que decir, mismo uso que le da a sus expresiones faciales: el nunca reaccionar ante una u otra situación demuestra el poco interés que tiene en las cosas que pasan a su alrededor. Se limita a observar todo como si nada le importase, aunque cualquier cambio le afecta. Ha pasado por varias crisis a través de toda su existencia, debido a los cambios y paradigmas a los que se sometió la humanidad, los avances tecnológicos, etc, lo que le convirtieron en una persona callada y bastante melancólica.
Casi nunca sonríe y su gesto siempre está envuelto en los matices de facetas que podrían describirse como serias, apáticas y neutras.
Tiene una personalidad bastante complicada, que presenta altibajos y desordenes por donde se le vea. Depende del estado de ánimo del día, reaccione de una manera u otra, aunque por lo general nunca reacciona a nada y se comporta como si nada importase para él. Es una persona atenta, ágil y muy meticulosa en sus trabajos, gusta seguir a sus presas en silencio, sólo con la mirada, para luego devorarla finalmente, aunque no le gusta beber sangre de seres humanos y ya prácticamente no lo hace.
Desinteresado es quizás otra palabra que encabeza su manera de ser. A menos que algo llame su atención, se comportará indiferente hacia todo aquel quien le hable, a menos que se encariñe realmente o necesite algo de esa persona y muestre su lado completamente dulce. Le gusta jugar con sus personalidades, utilizando su verdadera forma de ser como si fuese solo una faceta, el hecho de mostrarse como alguien tierno y dulce para poder conseguir algo, lo que siempre confunde a las demás personas a la hora de describirle. Le gusta recrear varias personalidades diferentes al rededor de la real para no ser lastimado de forma alguna y que ésta pase desapercibida a los ojos de los demás.
Es, al mismo tiempo, un muchacho bastante simple, que no necesita de nada en específico para poder vivir una vida tranquila.

Nació en 1809, y pese a haber nacido en China, podría decirse que proviene de una familia que vivió durante toda su vida en Francia, mudándose luego a Inglaterra y finalmente quedándose en éste lugar. Eran tiempos en los cuales los artistas no eran más que personas marginadas por la sociedad y que debían de dedicarse a lo suyo en pequeños teatros que rentaban con mucha dificultad, brindando obras al público que muy difícilmente hacían caso.
Aunque su familia era bastante adinerada y vivía en una zona rica también, Dongho amaba el arte, la escritura y la interpretación, así como la pintura y todo lo relacionado con distintas maneras de expresarse, artísticamente hablando. Era una persona educada, agradable y un muchacho que cualquier mujer deseaba, incluso desde pequeño era muy normal que las muchachas se sintieran atraído hacia él, aunque no se fijaba nunca en este tipo de cosas, para él lo importante eran las artes y la manera en la que se representaban los distintos sentimientos y pensamientos de la época.
Al llegar a la adolescencia y cumplir 15 años, decidió que sería escritor, cosa que no estaba bien visto por sus padres ya que, en esos momentos, un escritor de cuentos era marginado y discriminado por la sociedad, así como nada respetado, aunque sus dotes fuesen increíbles.
Dongho tenía bastante habilidad con el lápiz, escribía historias que podían emocionar a cualquiera, no sólo por la tristeza que a veces dominaba las mismas, sino por las temáticas morbosas que podía llegar a tocar en los temas que se iban desarrollando. Viendo sus padres que el menor se tomaba en serio lo de la escritura, le encargaron un maestro personal que vigilase todo lo que escribía y le enseñara a mejorar. Si sería escritor, entonces no querían que fuese un cualquiera y pudiese conseguir lo que quisiera.
Pasaron los años y, al cumplir 18, su primera obra estaba finalizada. Ciertamente una obra maestra, un objeto de culto que podría cambiar la manera de escribir en aquellos momentos, no sólo por los pensamientos filosóficos plasmados en aquellas hojas, sino por la manera de expresarse de los personajes que se desenvolvían en la obra. Con ayuda de su maestro, consiguió terminarla, pero éste pronto ideó algo que el menor nunca se hubiese imaginado: asesinarle. Durante todo el camino que habían recorrido juntos en aquella senda hacia lo que sería el libro, el hombre notó los especiales e increíbles dotes que el muchacho tenía para escribir, y quería acabar con él para poder hacerse con la obra y venderla bajo su nombre, ganando así la fama.
Una noche en que el menor salía del teatro para dirigirse hacia su hogar, fue atacado por el hombre. Éste se acercó y, fingiendo que preguntaría algo, le condujo hacia un callejón oscuro. Notando Dongho que algo iba mal, intentó apartarse, y fue cuando sintió en su pecho el cuchillo sumergiéndose entre sus músculos, cortando todo a su paso.
Lo único que pudo sentir a continuación fueron sus pasos alejándose, la oscuridad envolviéndole y cómo la oscuridad le tomaba de los pies y tiraba de él hacia las profundidades. Su último suspiro estaba por darse a modo de despedida cuando sintió un pinchazo en su cuello, notaba que la sangre abandonaba poco a poco su cuerpo y luego algo cayendo por su boca, no sabía exactamente que era ya que nunca lo había probado, pero se encontraba sediento asi que se aferro a aquella fuente para poder vivir.
Pronto, experimentó una dolorosa sensación en todo su cuerpo. Aquella noche, su parte humana murió.

~ Le gusta la música.
~ Le gusta cantar.
~ Puede pasar horas y horas leyendo y hasta días enteros.
~ Es difícil hacerle sonreír o que se encariñe con alguien en especial, ya que sufre mucho por el hecho de haber visto a sus seres queridos morir y ver las personas y seres humanos hacerlo, por más natural que sea ésto.